Los brazos que calman mis deseos, los oídos
que guardan mis secretos, ese corazón que siento palpitar en cada momento y que
hizo que el reloj dijera STOP, para replantear cosas, sentimientos,
pensamientos y empezar de nuevo a volar cual mariposa recién salida del capullo
dejando su vieja piel.
He descubierto caminos de su mano, me he
detenido en aquel punto final del precipicio para dar un paso hacia atrás,
volver la mirada y caminar hacia tierra firme. Todas y cada una de nuestras
vivencias corre por nuestras venas y ni siquiera con una transfusión sanguínea
completa (que obvio no sé si exista) pero que si llegara a existir, no se
podrán borrar.
“En todas partes tú….eres mi gusto, mi
capricho, mi debilidad…al final de cuentas mi vida eres tú”